Tus heces hablan de ti

17.11.2021

VANESA CORDERO, TERAPEUTA ESPECIALIZADA EN NUTRICIÓN

¡Pero qué caca tan bonita ha hecho mi niñx!

Como mamá o abuela seguro que has dicho esto al cambiarle el pañal a tu hijx o a tu nietx más de una vez. Sí, ¡Ríete! pero es verdad, ¿A que sí?. Un hecho tan normal como es el de revisar las heces de nuestros bebés, deja de serlo en nosotros mismos. Restamos importancia a la apariencia que tienen, pero la verdad es que nos dan mucha información de cómo se encuentra nuestro sistema digestivo.

Existe una escala que clasifica el estado de las heces según su consistencia, se llama Escala de Bristol, y nos indica qué tipo de desequilibrio hay detrás de cada tipología.

Es muy útil saber clasificar la apariencia de nuestros depósitos porque detrás de las tipologías No Óptimas siempre existe alguna disfunción que puede derivar en patologías importantes.


Llevar una dieta saludable es imprescindible para mantener un correcto funcionamiento del sistema digestivo, pero también hay factores que pueden desequilibrarlo, como por ejemplo una microbiota pobre, o en disbiosis, o las emociones. Te lo explico con más detalle.

LA NUTRICIÓN

La nutrición consiste en la reincorporación y transformación de materia y energía de los organismos (tanto heterótrofos como autótrofos) para que puedan llevar a cabo tres procesos fundamentales: mantenimiento de las condiciones internas, desarrollo y movimiento, manteniendo el equilibrio homeostático del organismo a nivel molecular y microscópico.

La nutrición es el proceso biológico en el que los organismos asimilan los alimentos sólidos y líquidos necesarios para el funcionamiento, el crecimiento y el mantenimiento de sus funciones vitales. La nutrición también es el estudio de la relación que existe entre los alimentos, la salud y especialmente en la determinación de una dieta equilibrada con bases a la pirámide alimenticia.

Los procesos microscopistas están relacionados con la absorción, digestión, metabolismo y excreción. Los procesos moleculares o microscopistas están relacionados con el equilibrio de elementos como enzimas, vitaminas, minerales, aminoácidos, glucosa, transportadores químicos, mediadores bioquímicos, hormonas, etc.

Una nutrición deficitaria, o una mala alimentación provoca que el funcionamiento de nuestro sistema digestivo no se desenvuelva correctamente. De la misma manera que el hecho de que nuestro sistema digestivo se altere por otros factores como el estrés o el desequilibrio de nuestra microbiota también comporta que nuestro sistema digestivo no cumpla su función principal, que es absorber los nutrientes que necesita nuestro organismo. Cuando sufrimos un desequilibrio importante, se convierte en un ciclo sin fin, que acaba derivando en patología si no se trata correctamente.

LA MICROBIOTA INTESTINAL


La microbiota es el conjunto de bacterias que colonizan la piel, el aparato digestivo, incluida la boca, y el aparato genital. Estas bacterias colonizan nuestro organismo desde el vientre materno, pero fundamentalmente desde el momento del nacimiento, especialmente si éste por vía vaginal.

La microbiota se va desarrollando a medida que avanza la vida, de forma que su composición es diferente en la infancia y adolescencia que en la vida adulta.

La relación de la microbiota y el organismo es simbiótica: mientras que las bacterias realizan una función protectora frente a enfermedades y agentes patógenos y de ayuda en la metabolización de los alimentos ingeridos, el organismo les ofrece un lugar donde vivir. La microbiota está compuesta de 100 billones de bacterias solo en el aparato digestivo. De hecho, la microbiota ya es considerada por la ciencia como un órgano más del cuerpo, aunque en este caso adquirido.

Funciones de la microbiota

  • Protección de bacterias patógenas que pueden provocar enfermedades: la microbiota es una barrera que protege al organismo, entre otras cosas, de: microorganismos patógenos, sustancias carcinógenas, metales tóxicos, químicos nocivos presentes en el ambiente y partículas de polvo y suciedad.
  • Mantenimiento de sistema inmune: hay estudios que sugieren que hasta el 70% del sistema inmunológico depende de la microbiota. Favorece que el sistema de defensa funcione adecuadamente.
  • Regulación del metabolismo y balance energético.
  • Digestión de alimentos: la microbiota permite digerir algunos componentes de los alimentos que el organismo no puede digerir y metabolizar por sí mismo. Por ejemplo, alimentos que generan ácidos grasos de cadena corta insaturados, que son potentes antioxidantes y ayudan a equilibrar los niveles de colesterol y triglicéridos.
  • Producción de vitaminas: algunas fundamentales para el mantenimiento de la salud, como son la vitamina K y la B12.
  • Regular la secreción de neurotransmisores intestinales, insulina y péptidos fundamentales para procesos vitales.


¿Qué puede alterar la microbiota y consecuencias?

Cuando se produce una alteración de la microbiota y existe un desequilibrio entre las distintas cepas bacterianas, el organismo se ve afectado. En la actualidad se sabe que existe un mayor riesgo de que se produzcan infecciones y se desarrollen enfermedades autoinmunes, obesidad, diabetes, algunos cánceres digestivos, fibromialgia, Parkinson, etc. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la alteración de la microbiota (disbiosis) suele generar todo tipo de molestias intestinales, dolores de cabeza y pérdida de energía.

La alteración de la microbiota se puede producir por diferentes factores: mala alimentación, sedentarismo, estrés, contaminación ambiental, exceso y mal uso de antibióticos, etc. Sin embargo, estos factores se pueden contrarrestar con una alimentación sana y equilibrada, realización de ejercicio de manera regular, una adecuada higiene del sueño, evitando la auto y sobremedicación,  realizando actividades que permitan minimizar los efectos del estrés y en la mayoría de veces suplementando.


INTESTINO Y ESTRÉS

El estrés es el estado fisiológico que experimenta el ser humano ante la necesidad de adaptación para poder sobrevivir. Es un estado necesario y temporal. Ante un peligro, nuestro organismo se prepara para defenderse y en él ocurren una serie de cambios. En este tipo de situaciones aumenta nuestro ritmo cardíaco, aumenta la tensión arterial y la sangre se va desde el estómago hacia brazos, piernas y cabeza. Todo ello para poder pensar rápido, luchar contra la adversidad o huir si fuese necesario.

El problema se produce cuando el estrés se hace crónico. Entonces, se producen daños no solo a nivel del sistema nervioso y puede afectar también al aparato digestivo y al funcionamiento del intestino.

Problemas de salud causados por el estrés

Como ya dijo el filósofo y médico Hipócrates: "Todas las enfermedades comienzan en el intestino".

  • Alteraciones en la motilidad intestinal.
  • Cambios en las secreciones digestivas.
  • Nuestra mucosa gastrointestinal pierde capacidad de regeneración.
  • Disminuye flujo sanguíneo en la mucosa.
  • Desequilibrio de la flora intestinal que dará lugar a problemas de mal absorción de nutrientes, alergias, intolerancias...

La escala de Bristol

La escala de Bristol consiste en una tabla en la que se clasifican 7 tipos de heces. Esta consiste en una descripción de la forma y la consistencia de las heces acompañada de una representación gráfica en forma de diagrama. De esta forma, resulta sencillo para el paciente identificar qué tipo de materia fecal presenta, seleccionando la opción que más se parece a sus deposiciones en cuanto a forma y consistencia y definir si se encuentra en una situación normal o puede haber algún tipo de trastorno intestinal.

Tipos de heces de acuerdo con la escala de Bristol

De acuerdo con la escala de Bristol, las deposiciones se clasifican en 7 tipos. A continuación, te explicamos en qué consiste cada tipo y qué pueden querer decir tus heces de tu salud intestinal.

Tipo 1: heces en bolas duras y separadas. Como frutos secos

Este tipo de heces indican estreñimiento y se caracterizan por ser secas, duras y salir separadas, como nueces. Conllevan dolor y dificultad a la hora de evacuarlas. Suelen presentar un contenido de agua muy bajo y su tamaño suele ser de entre 1 y 2 centímetros de diámetro. Además, también indican que llevan mucho tiempo en el intestino. En estos casos, no suele haber expulsión de gases debido a la ausencia de fermentación de fibras en el intestino provocando malestar e inflamación.

En general, estas deposiciones pueden indicar un problema de bacterias y estas se presentan en gran cantidad en las heces. En caso de que las heces sean como indica este tipo, pero no haya muchas bacterias, estaríamos ante un caso de disbiosis aguda, o lo que es lo mismo, una microbiota intestinal que ha perdido su equilibrio. Pueden aparecer después de un tratamiento con antibióticos o por una dieta muy baja en fibra. Otra de las causas del estreñimiento puede ser el efecto secundario de algunos medicamentos o el sedentarismo. En el proceso de evacuación de este tipo de heces, debido a la dureza y a la irritación que conllevan, pueden producirse hemorragias anorrectales.

¿Cómo solucionarlo?

Una de las posibles medidas es aumentar el consumo de fibras, ya sea en forma de alimentos integrales, como a través de verduras y frutas, y un aumento de la ingesta de líquidos. En estos casos, es beneficiosa la suplementación con probióticos. Hay que tener en cuenta también el estado emocional de la persona. Desde el punto de vista de la MTC (Medicina Tradicional China), los órganos que suelen estar implicados en esta patología son el Intestino Grueso, el Pulmón, el Bazo/Estómago, el Hígado y el Riñón.

En cuanto a la etiología del estreñimiento, las causas más habituales son la sequedad en los intestinos, los factores emocionales, la insuficiencia de Qi y Xue; y la insuficiencia de Yang Qi por éxtasis de frío o insuficiencia de Yang de Riñón. 

Estreñimiento y emociones

El estreñimiento es el miedo de dejar salir a la luz el contenido del inconsciente. Es la tentativa de retener fondos reprimidos. El paciente estreñido, literalmente, no puede dejar nada tras de sí. Nos indica que tenemos dificultades para dar y soltar, que queremos retener tanto las cosas materiales como el contenido del inconsciente y no queremos que nada salga a la luz.

Tipo 2: heces con forma alargada como una salchicha pero con relieves como formada por bolas unidas

Estas deposiciones suelen asociarse al estreñimiento crónico y se reconocen porque forman una especie de conjunto a base de las bolas del tipo anterior. Están compuestas por algunas bacterias y alguna poca fibra. Al igual que las del tipo 1, las deposiciones del tipo 2 también llevan mucho tiempo en el tracto intestinal. La evacuación de este tipo de heces es dolorosa, pues su tamaño iguala o supera la apertura máxima del canal anal, por lo que también suele conllevar lesiones, como fisuras, hemorroides, laceraciones, prolapso rectal o diverticulosis.

Por otra parte, también pueden causar síndrome de intestino irritable o colon irritable, pues las paredes intestinales de las personas que tienen este tipo de heces están constantemente sometidas a presión. En los casos graves, podrían hasta llegar a provocar una obstrucción intestinal debido a la gran cantidad de materia fecal que almacena el intestino.

¿Cómo solucionarlo? 

Si observas que tus deposiciones son similares a las de este tipo, debes acudir a un profesional para ponerle remedio y trabajar en la prevención de este tipo de episodios e intentar evitar los suplementos de fibra, pues podrían agravar aún más la situación. En estos casos, también suelen recetar probióticos, una dieta equilibrada y otros medicamentos diseñados para estimular el tránsito intestinal.

Tipo 3: heces con forma alargada como una salchicha, con grietas en la superficie

Este tipo de deposiciones indican estreñimiento latente contiene más agua que las del tipo anterior y, aunque compartan características con las del tipo 2, indican que el tránsito intestinal es más rápido que en el caso de las anteriores, con un tiempo de entre una y dos semanas. El paciente refiere menos flatulencias y pueden indicar que la persona tenga colon irritable.

En este caso, las evacuaciones son más frecuentes, pero la fuerza que se debe ejercer para evacuarlas aún es considerable y su diámetro oscila entre los 2 y los 3,5 cm, por lo que también pueden conllevar consecuencias negativas, como fisuras, laceraciones, hemorroides y prolapso rectal.

Tipo 4: heces con forma alargada como una salchicha, lisa y blanda

Las personas que llevan una dieta equilibrada y una buena hidratación y que, además, evacúan una vez al día suelen presentar este tipo de heces. Su diámetro es menor que en el caso anterior, oscilando entre 1 y 2 cm y presentan una forma alargada. Estas características pueden ser diferentes según la ingesta de fibra y el tiempo del tránsito intestinal.

Tipo 5: heces blandas y a trozos separadas o con bordes definidos

De todos los tipos que se definen en la escala de Bristol, este sería el óptimo. Las deposiciones de este tipo son las ideales y las que presentan las personas que evacúan entre dos y tres veces al día, sintiendo la necesidad de evacuar tras las comidas principales. Su consistencia es pastosa y presentan un diámetro de entre 1 y 1,5 cm.

Tipo 6: heces blandas y a trozos separadas o con bordes pegados como mermelada o puré

En este tipo ya empezamos a hablar de heces diarreicas. Este tipo de deposiciones suelen implicar urgencia por evacuarlas e indican cierta hiperactividad en el colón, deshidratación repentina, consumo excesivo de potasio, incluso, un aumento de la presión arterial cuya causa principal puede ser el estrés, entre otras causas, como pueden ser las dietas con demasiadas especias, agua con demasiados minerales o el uso de laxantes.

Tipo 7: heces líquidas sin trozos sólidos

En este caso, las heces son diarrea. En este punto, la urgencia por evacuar es seria y las heces se presentan totalmente líquidas y pueden llegar a presentarse problemas de deshidratación, pues la diarrea implica pérdida de agua y sales minerales. Este tipo de deposiciones pueden deberse a algunas enfermedades, como una infección intestinal, una virosis o, incluso, intolerancia a la lactosa. también se da después de un tratamiento con antibióticos.

¿Cómo solucionarlo? 

En estos casos, es esencial buscar una solución al problema cuanto antes. El tratamiento será diferente en función de la gravedad de la diarrea. En algunos casos, pueden recomendar aumentar la ingesta de líquidos, llevar una dieta astringente y tomar probióticos. En casos más graves, en los que ya esté presente la deshidratación, puede necesitarse la administración de líquidos por vía venosa en el hospital. 

En una infección vírica o bacteriana, o tras un tratamiento de AB es muy importante suplementar con probióticos, ya que la flora alterada puede ocasionar un cuadro más agudo y con una duración más larga. En cambio tomarlos además del suero oral ayuda a acortar el cuadro y a mejorar los síntomas con más rapidez.

Diarrea y emoción

Una vez buscadas las causas físicas, hay que tratar la parte emocional de la diarrea, que tiene raíz en nuestro subconsciente. Una persona que sufre diarrea con frecuencia, es una persona que siente más rechazo y culpabilidad que gratitud. El rechazo que siente esta persona está más ligado al mundo de tener y hacer que al de ser. Tiene miedo de no tener algo o de no hacer lo suficiente, de hacerlo mal o de hacer demasiado. Su sensibilidad emotiva está trastornada. Por ello, tiende a rechazar rápidamente una situación que la confronta con sus miedos, en lugar de experimentarlos.



Espero haberte ayudado a darle un poco de luz a tus problemas digestivos, aunque ya ves que el origen de un desequilibrio intestinal es bastante complejo, y se debe abordar desde distintos enfoques, por ello la mejor recomendación es que te pongas en mis manos para ayudarte a solucionarlo de raíz.

¿Tienes diarrea con frecuencia y no sabes a qué es debido? ¿Tienes intolerancias alimentarias? ¿Padeces estreñimiento? ¿Estás decaída y no encuentras el motivo?

Si te sientes hinchada, inflamada, tienes dolor, calambres, irritabilidad, decaimiento o bajo estado de ánimo y estás cansada de convivir con la incomodidad de padecer problemas digestivos que te limitan en tu día a día, que te provocan ansiedad de sentirte mal cuando estás fuera de casa o de vacaciones, PUEDO AYUDARTE. Pide Cita

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